En los vericuetos del universo emprendedor, la distinción entre la actitud y la conducta ha representado un terreno fértil para el debate y el análisis. Tradicionalmente, se ha considerado que la actitud emprendedora es el sello distintivo que catapulta a los individuos hacia el éxito en sus emprendimientos. Sin embargo, una visión más contemporánea sugiere que la conducta, ese conjunto de acciones y respuestas ante las oportunidades y desafíos, es la que, en última instancia, moldea y redefine la actitud.
La Evolución del Pensamiento Emprendedor
Los primeros estudios en la sociología del emprendedor se centraban en las actitudes, el potencial y la capacidad emprendedora como los atributos esenciales que diferenciaban a los emprendedores exitosos de los demás. Shane y Venkatamaran (2000) fueron pioneros en desafiar esta noción, proponiendo que el comportamiento emprendedor era más una respuesta a las oportunidades coyunturales que una actitud estática que distinguía a los emprendedores en todas las situaciones1.
La Teoría del Comportamiento Planificado: Un Puente entre la Actitud y la Conducta
Icek Ajzen (1991) introdujo la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB), que se convirtió en un puente conceptual entre la actitud y la conducta. Según esta teoría, las intenciones reflejan los factores motivacionales que influyen en un comportamiento, y a su vez, este comportamiento puede moldear y reflejar nuestras actitudes hacia el emprendimiento2.
La Práctica hace al Maestro Emprendedor
Peter Drucker, una de las mentes más influyentes en la gestión moderna, reiteraba que las habilidades emprendedoras, y por ende la actitud emprendedora, se pueden cultivar a través de la práctica y la experiencia. Esta perspectiva nos muestra que la actitud emprendedora no es un rasgo inmutable, sino algo que se puede desarrollar y perfeccionar a través de la acción y la reflexión continua3.
La Actitud Emprendedora como Motor de Innovación y Liderazgo
A pesar del enfoque renovado en la conducta, la actitud emprendedora sigue siendo un pilar crucial en el liderazgo y la innovación. La actitud correcta puede crear un ambiente propicio para la identificación, explotación y aprovechamiento de oportunidades, generando ideas y estrategias que propulsen el emprendimiento hacia nuevos horizontes4.
La Analogía Reveladora
La analogía de la carreta y los caballos nos deja una imagen clara: sin una conducta resiliente y activa (los caballos), la actitud (la carreta) por sí sola podría no ser suficiente. Los caballos deben ser fuertes, resistentes y estar preparados para enfrentar el camino por delante, tirando de la carreta hacia el éxito.
En el viaje emprendedor, la actitud y la conducta no son entidades separadas, sino que se entrelazan y evolucionan mutuamente, guiando a los emprendedores hacia el descubrimiento de nuevos horizontes y posibilidades. Es la dialéctica entre la actitud y la conducta lo que mantiene el motor del emprendimiento en movimiento, propulsando a los emprendedores hacia la innovación, el crecimiento y el éxito sostenible.
Conclusión
En el dinámico mundo del emprendimiento, tanto la actitud como la conducta juegan papeles cruciales. Sin embargo, es la interacción entre estas dos, y cómo una moldea a la otra en respuesta a las circunstancias y oportunidades, lo que verdaderamente define el carácter y el éxito del emprendedor. Como emprendedores y líderes, al reconocer y entender esta interacción, podemos estar mejor equipados para navegar los desafíos del emprendimiento y alcanzar nuestras metas.
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Referencias:
- Shane, S., & Venkatamaran, S. (2000). The Promise of Entrepreneurship as a Field of Research. Academy of Management Review, 25(1), 217-226. Consultado en SciELO: Enlace1.
- Ajzen, I. (1991). The Theory of Planned Behavior. Organizational Behavior and Human Decision Processes, 50(2), 179-211. Consultado en SciELO: Enlace2.
- Drucker, P. (1985). Innovation and Entrepreneurship: Practice and Principles. Harper & Row. Consultado en Gestiopolis: Enlace3.
- Grupo Eumed.net. (s.f.). Actitud Emprendedora: Motor de Liderazgo e Innovación. Consultado en Grupo Eumed.net: Enlace4.
